jueves, 18 de diciembre de 2008

Dejar paso a los nuevos

La mitología griega nos cuenta que Gea y Urano fueron la primera pareja de dioses en gobernar el mundo. La Teogonía de Hesíodo revela que ambos dieron lugar a los primeros linajes, y de esta unión nacieron los doce Titanes, los tres Cíclopes y los Hecatónqueros. Urano, por entonces dios supremo y líder indiscutible, lejos de dar todas las oportunidades a sus hijos, miraba con recelo el poder que éstos podían adquirir en un futuro a medio plazo. Temeroso, obligó a Gea a sepultarlos en sus entrañas, de tal modo que estuvieran bloqueados y no pudieran arrebatarle el poder.

Pero el instinto maternal de la diosa que personifica la Tierra pudo más que su deber como esposa, lo que le llevó a liberar a sus hijos. Para frenar el ansia de poder de Urano, armó a Cronos, su hijo menor, con una enorme hoz de la que se valió para cortar los órganos genitales de su ambicioso padre.
Destronado, Urano renuncia a la hegemonía y Cronos, casado con su hermana Rea, toma la voz cantante en el mundo divino. Éste acaba con la dictadura que había vivido con su padre, y reparte el poder entre sus hermanos. Pero pronto le empiezan a invadir los mismos recelos: inquieto por perder su trono porque algún hijo se le subleve, comienza a devorar uno por uno a todos los descendientes que va teniendo con Rea. Pero una vez más es el amor de madre quien intercede y, en el nacimiento de Zeus, Rea hace pasar al bebé por una piedra envuelta en pañales. Cronos la devora como si de su hijo se tratase, y Zeus es criado en Creta fuera de peligro.

Cuando Zeus se ha convertido en un joven vigoroso, decide acabar con la barbarie de Cronos y, ayudado por su abuela Gea, libera a los Titanes para derrocar al tirano. Así surge la era más democrática, la era del Monte Olimpo, gobernado por los 12 dioses más importantes.

Una reciente experiencia profesional no ha hecho sino llevarme a la mente esta historia de derrocamiento y venganza. Porque al fin y al cabo, este fantástico mito no hace sino emular el conflicto entre las generaciones y el obstáculo que oponen los mayores en ceder la oportunidad a los más jóvenes.


**En el cuadro, Goya representa a Cronos devorando a uno de sus hijos.

2 comentarios:

Danzante dijo...

La mitología griega está llena de historias durísimas, crudas, tan actuales como una película recién estrenada. Al final, los temas se repiten bajo infinitas combinaciones. :D

Vicente Rodrigo dijo...

Lo fascinante es leer historias que fueron contadas hace más de dos mil años y reflefan temas plenamente vigentes.

A mí siempre me gusta leer y releer los mitos griegos, se aprende bastante.